(Los votos finales de la elección a Cooperstown este año se hará el 24 de enero próximo).
Vladimir Guerrero, quien en una mañana de 1993 arribó sin previo anuncio al complejo de los Expos de Montreal ubicado para la época en la carretera de Mendoza, montado en la parte trasera de un motor, con zapatos que no coincidían, incluso uno más largo que otro, presenta unas expectativas super elevadas para unirse a Juan Marichal (1983) y Pedro Martínez (2015) como los únicos dominicanos en la historia en arribar al Salón de la Fama.
Vladimir, uno de diez hermanos, quien nació en un hogar humilde en el sector de Don Gregorio, Nizao cuenta en la actualidad con un porcentaje de 95 por ciento votos cuando se han emitido 187 boletas para un 44.1 por ciento de las mismas. En su caso, lo más trascendente es que 33 periodistas que el año pasado les negaron el sufragio en esta oportunidad han considerado su figura en sus respectivas papeletas, hecho que resalta que tan solo a la segunda será la vencida.
Pero, en lo que arriba la fecha del 24 de enero, día que se anticipa será de gran regocijo para la República Dominicana y su amplia población amante de su principal pasatiempo deportivo, es grato destacar ¿ Qué tanto impresionó Vladimir a los ejecutivos de los Expos?.
Para entonces se convertían en la tercera organización para la cual trabajaría, esperanzado en lograr mejor suerte que con las dos históricas franquicias a las cuales les había hecho el famoso tryout.
Ferreiras y De Freites responsables de firma
Arturo de Freites era el coordinador general de la ya inexistente franquicia, mientras que Fred Ferreiras era el supervisor de Scout y quien nunca se imaginaría que tendría frente a sus ojos al futuro mejor jugador que jamás había firmado y su primer miembro de Cooperstown de los más de 70 peloteros que le han escalado al mayor nivel.
Arturo de Freites era el coordinador general de la ya inexistente franquicia, mientras que Fred Ferreiras era el supervisor de Scout y quien nunca se imaginaría que tendría frente a sus ojos al futuro mejor jugador que jamás había firmado y su primer miembro de Cooperstown de los más de 70 peloteros que le han escalado al mayor nivel.
El joven Vladimir había entrado en receso, tras los Yankees informarle que retornara más tarde y aprovechó para hacerle un tryout a Ferreiras, quien de inmediato lo puso a correr y pasó con notas sobresalientes su primera impresión, pues le hizo 6´5 en las 60 yardas. La próxima prueba también fue altamente superada, realizando disparos excepcionales desde los jardines.
También exhibió Vladimir su talento, que el jefe de scout pospuso un viaje que tenía programado para esa misma fecha en la tarde.
La siguiente prueba era que el joven demostrara que era capaz de batear y en un partido ordenó que en cada entrada agotara el primer turno.
En el primero conectó un rodado al campocorto y tratando de superar el disparo se lastimo un poco la corva y observó al muchacho colocar la cabeza entre las piernas en señal de fracaso.
El joven ya había hecho lo suficiente para convencer al sabueso scout en su firma y acordó contratarlo por 2,500 dólares. Viajo hasta Nizao para proceder a estampar el contrato. Para entonces Guerrero le había informado que contaba con 17 años, pero en verdad tenía 18 y no fue hasta el 2009 cuando esta fue descubierta.
El reporte y estadía en las Menores
“Acabo de firmar a un muchacho con magníficas herramientas crudas, pero con gran disponibilidad en desarrollarlas”, sostuvo el scout.
“Acabo de firmar a un muchacho con magníficas herramientas crudas, pero con gran disponibilidad en desarrollarlas”, sostuvo el scout.
Desde que arribó a los circuitos minoritarios, Vladimir fue todo una sensación, pues tan rápido como en 1994 bateó para .314 (137-43) en la Rookie League con 13 dobles, tres triples y cinco jonrones, empujando 25.
Un average de .333 al año siguiente con el Albany, Clase A antecedieron a magníficos promedios de .363 en Clase a Fuerte y .360 en Doble A para demostrarle a los Expos que era dueño de un bate de Grandes Ligas.
Ese año se combinó para 3 2dobletes, ocho triples y 24 jonrones con el West palm Beach y el Harrisburg.
Figurando en Doble A comenzaron a relucir los piropos de que la franquicia de Canada tenía en sus fincas a un joven pelotero dueño de herramientas parecidas a las de Roberto Clemente. Ya antes, un reputado escritor había señalado que su firma de 2,500 dólares había sido la mejor otorgada por un scout a un jugador desde la época en que Babe Ruth firmó.
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