La diseñadora Elena Tablada es una mujer nueva desde que, hace seis meses, recibiera a su adorable Camila, la primera hija de su matrimonio con Javier UngrÃa y hermana menor de la pequeña Ella, fruto de su anterior relación con el cantante David Bisbal. A lo largo de este medio año marcado por sus renovadas responsabilidades maternales, asà como por la incidencia del coronavirus en todos los ámbitos de la vida, la socialité se ha presentado en las redes sociales como una mujer más feliz y realizada que nunca.
Sin embargo, en su última publicación de Instagram, Elena ha revelado que no todo es perfecto en su actual vida, ya que desde el embarazo de Camila viene experimentando, de forma ocasional pero muy notoria, fuertes dolores en la zona de las costillas, una especie de punzada que a veces no le permite ni respirar correctamente.
"Desde
que me quedé embarazada, mis costillas me ponen muchos problemas. El lunes
metiendo a Camila en la sillita del auto, me debÃa pensar que era
contorsionista e hice una torsión que me dejó hasta sin respiración. ¡Eso por
creerme que puedo con todo!", ha explicado la celebridad a sus seguidores
de la plataforma, atribuyendo por tanto parte de su sufrimiento a los escasos
lÃmites que se pone en el plano fÃsico.
"Desde
esa noche [la del nacimiento de Camila] doy gracias por este regalo de la vida.
Parece mentira que mi gordish estuviera ahà dentro ya frunciendo el ceño y
rompiéndome una costilla", bromeaba recientemente para celebrar el primer
semestre de vida de la niña y revelar el posible origen de su dolencia.
Para
solventar tales contratiempos, o al menos para amortiguar el impacto de sus
'torsiones imposibles', Elena ha venido recurriendo a una tratamiento muy
efectivo, llamado Indiba, que consiste en elevar la temperatura de los tejidos
afectados para facilitar su movilidad. Según la diseñadora, esta es una de las
técnicas clave que definen la preparación fÃsica del tenista Rafa Nadal.
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