Tanto la sensación de ardor en la zona del estómago, como la manifestación en sí, pero que asciende por detrás del esternón (el
hueso del tórax que se encuentra por delante del corazón), en cierto grado pueden ser banales. De todas maneras, se requieren algunos cambios en el estilo de vida para solucionarlas.¿Qué es
la acidez de estómago?
El estómago es un órgano que
forma parte del aparato digestivo superior. Se encuentra ubicado en el abdomen,
en la zona central y superior del mismo. Por encima se halla el esófago y
por debajo el intestino delgado.
La función que
cumple el estómago es la de ayudar en la descomposición de los alimentos. El ácido que produce,
llamado gástrico, facilita la digestión de
proteínas y la absorción de hierro, calcio y vitamina B12. Además,
el ácido gástrico mata gran parte de los microorganismos ingeridos
y limita el crecimiento bacteriano, con la consiguiente prevención de
infecciones intestinales.
Si el ácido del
estómago no prosigue hacia el intestino, sino que vuelve hacia el esófago,
estamos ante un reflujo gastroesofágico.
Debemos aclarar que un cierto grado de este reflujo
es fisiológico.
Estos episodios suelen ocurrir después de las comidas, son de corta duración,
no provocan síntomas y rara vez ocurren durante el sueño.
En cambio, cuando el reflujo causa síntomas molestos o complicaciones, se
habla de reflujo gastroesofágico no fisiológico. Esto puede
aparecer como causa de acidez de estómago o pirosis,
una sensación de ardor o quemazón en la zona del estómago o detrás del
esternón.
Cuando comemos, los alimentos pasan de la boca hacia el
esófago y luego, de allí, hacia el estómago. Entre ambos existe un anillo
muscular llamado esfínter esofágico inferior,
que impide el regreso del contenido estomacal hacia la boca.
Cuando por algún motivo, más
allá de lo que llamamos reflujo fisiológico, el contenido ácido del estómago vuelve
hacia arriba, es posible experimentar pirosis. Las razones exactas por la que sobrevienen las causas de
acidez de estómago se encuentran aún en estudio.
Se postularon diversas teorías posibles, como alteraciones de la
motilidad (movimientos propios del tubo digestivo), cambios de la producción de
ácido, estrés, dieta, factores psicológicos y hereditarios.
Debemos aclarar que no estamos
hablando aquí de diagnósticos definidos, como por ejemplo serían las úlceras o
el reflujo gastroesofágico patológico, el colon irritable y
la litiasis vesicular. Aunque en todas estas situaciones también se puede
experimentar pirosis.
Ver también: Enfermedad por reflujo gastroesofágico: síntomas y tratamiento
Factores de riesgo y causas de
la acidez de estómago
Como ya hemos mencionado, las causas de la
acidez de estómago persisten en estudio, aunque se han reconocido factores a los que se los denomina de riesgo. Estos deberían evitarse siempre que sea posible para
reducir la aparición del síntoma.
La dieta es uno de esos factores determinantes. Influye en la presencia de acidez estomacal
en algunas personas, sobre todo asociada al consumo de determinados productos,
como los picantes o condimentos, los cítricos, los derivados del tomate
(kétchup), los alimentos fritos o altos en contenido graso, la menta, el
chocolate, las bebidas gaseosas y el alcohol.
Tener sobrepeso también puede aumentar el riesgo de padecer
pirosis. Durante el embarazo es frecuente observarlo por una razón parecida, ya
que el útero agrandado empuja hacia arriba el estómago y favorece el reflujo
por las modificaciones anatómicas.
Te puede interesar: 7 hábitos que causan reflujo gastroesofágico
Existen oportunidades en las que es necesario realizar estudios
adicionales si se sospechan causas concretas de acidez de estómago. En dichas
situaciones se sugiere consultar a un especialista para descartar otras causas
importantes.
Un síntoma de alarma sería la aparición
nueva de pirosis en pacientes mayores de 60 años que
antes no la padecían. Si esto se acompaña de presencia de hemorragia gastrointestinal (sangrado en el vómito o
en la materia fecal), con mayor razón.
La falta de apetito es otro signo que debe
alertar, así como una pérdida de peso inexplicable o
la detección de dificultad para tragar. A veces hay dolor en el pecho que no se
relaciona a eventos cardíacos y que proviene del sistema digestivo.
Una situación particular es el antecedente de cáncer gastrointestinal en un familiar
de primer grado. Es decir, si los padres, tíos o abuelos han tenido la
patología oncológica, conviene aumentar la atención y acelerar la consulta si
aparecen síntomas sugestivos de alguna causa de acidez estomacal.
En aquellos casos en los que los
episodios de ardor estomacal o en la región del esternón son muy leves y
esporádicos, existen recomendaciones que será bueno seguir y que pueden mejorar
los síntomas:
Bajar de peso: en caso de tener sobrepeso.
Levantar la
cabecera de la cama: puede hacerse
colocando bloques de madera o goma debajo de 2 patas o una cuña de espuma
debajo del colchón. No utilizar muchas almohadas, ya que pueden provocar dolor
cervical.
Evitar ciertos
alimentos que empeoran los síntomas: estos
incluyen café, chocolate, alcohol, menta, especias, picantes, alimentos grasos
y frituras.
Dejar de
fumar: el tabaco es causal de pirosis.
Adelantar las
comidas tardías: acostarse con
el estómago lleno puede empeorar el reflujo. Debemos tratar de planificar las
comidas durante al menos 2 a 3 horas antes de acostarse.
Es primordial no utilizar
antiácidos de venta libre. Siempre será preferible consultar al médico sobre
ello. En caso que los síntomas se vuelvan más intensos, aparezcan de noche
o persistan por largo tiempo, se sugiere acelerar la evaluación profesional.
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