La hipertensión de la bata blanca - Prensa Dominicana

viernes, 23 de octubre de 2020

La hipertensión de la bata blanca

La hipertensión de la bata blanca es una condición en la que la presión arterial aumenta cuando la persona está en un consultorio médico o en el hospital. En cambio, si está en casa o en un sitio neutro presenta unos índices normales.

Contrario a lo que pudiera pensarse, se trata de un fenómeno muy extendido. Se calcula que entre el 25 y el 35 % de quienes tienen tensión arterial alta en un consultorio, en realidad corresponden a casos de la bata blanca.

En principio, este tipo de trastorno obedece a una reacción ansiosa. Sin embargo, puede que en algunos casos haya un problema más grave. De otro lado, también es posible que

ocurra lo contrario: una persona que con regularidad es hipertensa muestra valores normales en el consultorio. En ese caso se habla de hipertensión enmascarada.

Causas de la hipertensión de la bata blanca

Lo más común es que la hipertensión de la bata blanca sea el efecto de la ansiedad que producen los médicos o los ambientes sanitarios en algunas personas. Esa suerte de estrés adicional lleva a que los valores se eleven de manera temporal.

Hay personas que también pueden presentar hipertensión de manera momentánea por otras razones. Por ejemplo, una situación adversa, el consumo de alimentos con alto contenido de sodio o la ingestión de cafeína.

El punto es que, si bien la presión arterial vuelve a la normalidad, tampoco se puede descartar que haya algo más profundo. En general, las personas con hipertensión de la bata blanca no requieren de tratamiento farmacológico, pero sí deben ser vigiladas.

Según los datos disponibles, este trastorno podría estar asociado a un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos. Un estudio llevado a cabo por Gabriel Alcalá Sierra indicó que el 46,9 % de quienes presentan esta condición desarrollaron hipertensión esencial en un lapso de 8 años.

Para el seguimiento médico y el tratamiento de la enfermedad resulta crucial determinar si una persona tiene hipertensión esencial o de la bata blanca. Para lograrlo existen dos herramientas: la medición ambulatoria y la automedida domiciliaria. Veamos en qué consiste cada una.

Medición ambulatoria

La primera alternativa es utilizar un monitor de presión arterial ambulatorio. Este dispositivo es proporcionado por el médico y se debe atar a la cintura por un lapso de entre 24 y 48 horas. El aparato realiza una medición cada 20 o 30 minutos y de este modo es posible hacer un seguimiento minucioso a las variaciones.

Tanto en este caso como en el siguiente, al final se debe sacar un promedio entre todas las cifras registradas. Esta es la media de la presión arterial y permite establecer si hay hipertensión de la bata blanca, enmascarada o real.

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Automedida domiciliaria

Consiste en hacer mediciones regulares de los índices de presión arterial en entornos no médicos. Para llevar a cabo esto se debe adquirir un monitor casero de presión arterial. Es muy importante que la máquina sea confiable y que se tenga muy claro el procedimiento.

Lo recomendable es hacer la medición durante siete días continuos, dos veces al día: en la mañana y al comenzar la noche. Media hora antes de medir los niveles de presión no se debe hacer nada que pueda elevarla, como actividad física o ingestión de ciertos alimentos.

Consejos para superar la hipertensión de la bata blanca

La hipertensión de la bata blanca es objeto de debate en el mundo médico. Mientras que algunos expertos consideran que está asociada a un mayor riesgo cardiovascular, otros opinan que la mayoría de los eventos se presentan en personas ancianas, por lo que el verdadero factor de riesgo es la edad.

De momento no hay conclusiones definitivas. Ante la duda, lo mejor es tomar precauciones. La primera de ellas es confirmar el diagnóstico a través de los métodos ya descritos. Si se corrobora, resulta conveniente trabajar el estrés por medio de técnicas de relajación o consulta psicológica.

También es aconsejable cultivar conductas más adaptativas frente a la consulta médica. Podría ser una buena idea apartarse un poco de las áreas más congestionadas del hospital o consultorio y pedir algo de tiempo si hay mucho estrés al momento de la medición. Así mismo, resulta conveniente hacerse un chequeo cardiovascular en forma regular.

Se asume que la mayoría de los pacientes presentan un nivel de presión arterial más elevado durante la consulta. Lo habitual, en todo caso, es que no se haga un diagnóstico definitivo solo con base en una lectura esporádica.

Si hay sospecha de hipertensión esencial, lo mejor es verificar las cifras mediante la medición ambulatoria o automedida domiciliaria. No importa cuál sea la causa o la modalidad, cuando la presión arterial presenta valores anormales, siempre hay que hacer un seguimiento.

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